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Historia, Cultos, Noticias y actividades de la Hermandad Sacramental
Imagen de candelero, hecha para ser vestida, realizada por Juan Abascal en 1983, profundamente restaurada en 1998 por Juan Herrera Cala quien además de retallar rostro y manos, la ha dotado de un corpiño y cuerpo de candelero más apropiado, Antes de ser intervenida por Juan Herrera Cala, Tuvo problemas de desprendimiento de policromía.
Techo y bambalinas del palio de terciopelo corintio, liso, que sustentan diez varales sin repujar y algo inferior a las dimensiones habituales, obra del orfebre Juan M. Ramos (1989). Los respiraderos son obra de Manuel de Los Ríos (1971) nuevamente plateados (1989), mismo orfebre que ejecutó la peana (1991). Las ánforas proceden de los talleres Angula de Córdoba (1985), mientras que la candelería fue adquirida a la Hermandad del Castillo de Lebrija en 1994.
Este paso procesionó sin palio hasta que a propuesta del señor alcalde en el transcurso del desfile procesional en 1988 se incorporó en 1989. Ha de significarse que ambos pasos son cargados en hombros por sus hermanos costaleros, prescindiendo del costal.
Escultura de Jesús sedente, cuya representación iconográfica forma parte del llamado Escarnio de Jesús (Mt 27, 29-30: Mc 15, 18-19:Jn 19,3) cuyas huellas evidencia la imagen que aparece cubierta con una clámide agarrando entre sus manos una caña metálica, como cetro, Únicamente se conserva de la primitiva, el rostro, pies y manos, resultándonos muy difícil su catalogación, que no debe andar muy lejos de la producción iconográfica sevillana de finales del siglo XVII, Desde la reorganización de la Hermandad, ha sido sometida a varias restauraciones.
La primera de ellas, efectuada en 1968 por Rafael Barbero, consistió en la suplantación del primitivo cuerpo por otro moderno respetando únicamente el rostro, manos y piernas.
La segunda corrió a cargo de Juan Abascal, en1987, quien consolidó las manos y pies, mientras que la última y más importante de las proyectadas sobre la efigie, la realizó Juan Herrera Cala en 1995 como consecuencia de quedar dañada la imagen tras sufrir un accidente en la salida procesional, y en la que el escultor afincado en Lebrija ha rescatado su estado primitivo y policromía original.
El paso, obra del tallista local Andrés Monreal Carmona, comenzó a tallarse en 1995, para ser estrenado en 1996 el tallado de sus laterales, así como el marmolizado de la canastilla. Alumbran la efigie cuatro faroles de sección cuadrangular.
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